martes, 25 de septiembre de 2012

Relación Padres - Hijos

Un post sobre la importancia de poner límites...


Fábulas

¿Qué es una fábula?

Una fábula es un relato breve de ficción, protagonizado por animales que hablan y escrito en prosa o verso con una intención didáctica de carácter ético y universal formulada la mayor parte de las veces al final, en la parte denominada moraleja, más raramente al principio o eliminada ya que puede sobreentenderse o se encuentra implícita.


Orígenes


Al nordeste del Mediterráneo se halla Grecia. Como la gran mano de un esqueleto, tiende sus ganchudos dedos hacia el mar. Su línea costera culebrea, va y viene, y el mar forma innumerables golfos, bahías y caletas. La tierra se ha convertido allí en un laberinto de montañas y apacibles valles.Hoy, Grecia es un pequeño país dentro de la gran familia de las naciones. Pero, hace siglos, antes de la era cristiana, era una gran potencia, rebosante de vida, industria, comercio y erudición. Cada pequeña ciudad, en su valle, tenía su gobierno, y era un Estado independiente. Pero todas compartían la gloria de Grecia. Porque Grecia era centro de la cultura y la civilización, y de su suelo surgieron muchos hombres célebres.


El más sabio narrador de cuentos


Entre esos grandes hombres, de los cuales se habla aún con veneración, figura Esopo, el esclavo, cuya serena sabiduría se refleja en las deliciosas fábulas que contó. No se sabe casi nada sobre él. Se cree que murió unos 550 años antes de C.; pero se tiene la seguridad de que nació esclavo y de que su amo lo manumitió finalmente.Porque Esopo era más sabio y discreto que la mayoría de la gente, hasta el extremo de que su amo le dio buenos maestros y lo puso en condiciones de tratar a los grandes hombres de su tiempo. Adondequiera iba Esopo —de corte en corte, entre todos los pequeños estados de Grecia—, buscaban su consejo y lo escuchaban con respeto. Y, tal vez, cuando lo daba, lo bacía más comprensible y eficaz con una de sus célebres fábulas —o cuentos morales— que ahora llevan su nombre.Como era sabio, Esopo leía en el corazón de los hombres y adivinaba sus dolores y locuras. Y como sabía también que la gente no gusta de predicaciones, presentaba sus lecciones de manera indirecta y bajo la forma de anécdotas breves, en las que muchos de los actores eran los animales que todos conocían. En esos cuentos puso parte de la sabiduría que había recogido en sus años de paciente esclavitud y en las cortes de los reyes. Los infortunios que sufrían sus animales parlantes eran los mismos que habían hecho sufrir a sus orgullosos y atolondrados amigos. Y son los mismos que hoy aquejan al género humano.Pasaron, en relatos verbales, de padre a hijo, durante varios siglos y, aunque en la Edad Media se transcribieron muchos de ellos, no se hizo una recopilación completa de los mismos hasta el siglo XV. Los mismos temas y otros nuevos contaron Pedro (siglo I), Jean de La Fontaine (1621-1695), y en verso castellano Tomás de Iriarte(1750-1791), y Félix María Samaniego (1745-1801)